miércoles, 6 de agosto de 2014

Pre-comentando "El maestro del Prado y las pinturas proféticas" de Javier Sierra


Antes de nada, he de decir que estoy escribiendo este artículo antes de comenzar el libro y tengo un porqué, bueno, más bien dos: lo primero, porque me declaro fan incondicional de Javier Sierra, que como ya he comentado en un artículo anterior, me devolvió la "Fe" o las ganas de ser ese Indiana Jones que quería ser de pequeño. Y lo segundo es que, después de "La ruta prohibida y otros enigmas de las historia" comencé a investigar más sobre este autor y di con varias entrevistas sobre su nuevo libro "El maestro del Prado y las pinturas proféticas" y casualmente me pasó lo mismo que con la ruta prohibida, pero esta vez respecto al arte.
Este autor comenta que en el tiempo en el que vivimos actualmente nos estamos centrando solamente en lo mundano, en lo superficial, y es cierto, yo mismo, un total admirador y aficionado al arte, no sabía porqué veía "Algo" en obras pictóricas, arquitectónicas o escultóricas de siglos anteriores al arte moderno que en el propio arte moderno no veía. 
Sierra comenta que, prácticamente, todo lo que viene después del "Modernismo" tiene una función simplemente estética y, es cierto, puede parecer muy bonito pero no tiene "Alma". Me explico: En una escultura o pintura moderna actual, el autor te va a decir que significa lo que el quiera que signifique, pero lo mismo que yo mismo puedo realizar un lienzo con un punto en el centro y decir que significa "El ocaso del mundo", "Sombra" o "Soledad". Vale, la composición puede estar muy cuidada, con unos materiales seleccionados y no dejaría de ser arte. Pero lo curioso es que ese cuadro no tendría ese trasfondo especial, ese sentimiento original, sería como crear por crear, algo simplemente estético a lo que yo le pongo un significado.
(Y con esto no quiero decir, ni muchísimo menos, que lo moderno no es arte ni nada por el estilo)
Los ejemplos más evidentes de lo que estoy hablando serían las vanguardias del siglo XX, pero me concentraré principalmente en cuatro: "Neoplasticismo", "Suprematismo", "Expresionismo Abstracto" y como no, el "Pop-Art".
En estas cuatro vanguardias, los autores se concentrarán, en el caso de Piet Mondrian o Theo Van Doesburg , ambos artistas neoplasticistas, en el ritmo para hacer sus composiciones cada vez menos figurativas.
En el caso del Suprematismo, tenemos una obra archiconocida que resume muy bien el concepto de esta vanguardia: "Blanco sobre Blanco" de Kazimir Malévich. Compuesta por una cuadrado blanco inclinado sobre un fondo blanco. ¿Que podríamos decir sobre eso?.
Otra vanguardia sería el expresionismo abstracto, representado principalmente por Jackson Pollock. Su obra se podría resumir muy bruscamente así como en pinceladas de color, o no, sobre lienzos de tamaños colosales sin ninguna organización aparente.
Y nos queda el arte superficial por excelencia, el pop-art. Basado, también muy bruscamente, en la utilización de fotos de celebrities, mucho color y objetos que marcaron una época en el arte, como la famosa lata de sopa "Campbell´s" utilizada en un serie de cuadros por el insigne Andy Warhol
Pero queda una vanguardia más, una de la que muchos ya habrán extrañado su ausencia entre las nombradas, de la que, en mi opinión, bebe mucho ésta última nombrada. No podría ser otra que el moviento "Dada", el nihilista "Dadaismo"
¿Y porqué no la he nombrado junto a las otras vanguardias? Esta pregunta es bastante obvia, ya que para los dadaistas, el arte es solo una mentira, no existe el arte, el arte no es nada. Quizás, ellos se referían precisamente a lo que estoy hablando, la falta de "Alma" en el arte de aquel momento. Por supuesto, no hay obra que represente mejor estos ideales que "La Fuente" de Marcel Duchamp. Que, básicamente, consiste en un urinario común presentado en horizontal.
Para concluir, he de decir que esto no es una crítica, ni mucho menos, es más, soy también fan incondicional, por no decir fanático, de todos estos artistas nombrados. 
Ahora bien, visto este extraño fenómeno ocurrido desde principios del siglo XX hasta nuestros días, me pregunto: ¿Que será lo próximo que nos deparará el arte en un futuro próximo?.

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